¿Cómo elegir libros infantiles?

Se recomienda que la lectura forme parte de la vida diaria de los bebés y niños y que desde el principio puedan interactuar con libros, cuentos y adultos que se los lean. Es importante tener en cuenta que, aunque parezca que el bebé no presta atención, se dedique un momento a leerle ya que esta pequeña actividad  mejorará su aprendizaje futuro.

¿Cómo elegir libros de acuerdo a la edad de tu hijo?

De 0 a 6 meses:

Los bebés disfrutan de los libros grandes, con sonidos. En esta etapa el bebé es muy pequeño y su autonomía de movimientos no está muy desarrollada, por lo cual te recomendamos  libros que sean de formato grande y con colores variados e intensos, que le llamen la atención. A pesar de que tu hijo,  no comprende la historia que le cuentas, comenzará a asociar la lectura (y la escucha) con momentos agradables.

De los 6 meses al año:

El niño adquiere mucha mayor movilidad: empieza a gatear, coge todo lo que ve e intenta llevarlo a la boca, explora y conoce el mundo que lo rodea. Por eso, los libros para esta etapa, además de ser grandes y con muchos colores, incorporan estímulos para otros sentidos, en general, texturas y sonidos que incluyen botones que emiten sonidos al presionarlos, etc.

El libro, como objeto, es un  juguete, y lo mejor será que el bebé desde bien temprano se familiarice con él ya que hará sus propios experimentos: tocarlo, desparramarlo por el suelo, llevarlo a la boca, etc.

Del año a los dos años:

A partir de esta etapa, el contenido de los libros adquiere una importancia mayor. Los niños empiezan a disfrutar de las rimas y las repeticiones de palabras, por lo cual se puede buscar los que le gusten más y volver a ellos con frecuencia. Además, tu hijo comienza a disfrutar mucho con las ilustraciones de caras expresivas y con la recreación de objetos y escenas cotidianas que puede reconocer (el baño, el parque con juegos, la  hora de dormir, etc.). Por eso, al narrar, conviene que le indiques con el dedo los conceptos que aparecen dibujados: “Oh, mira, el sol”, “un árbol”, “un perro”, etc.

De los dos a los tres años:

A esta edad los niños ya pueden seguir un argumento un poco más elaborado. Es decir, el contenido les interesa más allá del sonido y la musicalidad de las palabras. Las ilustraciones siguen siendo importantes, desde luego, pero muchos menos a esta edad, ya que buscan algunos libros en cuyas páginas vean algo más de texto. A esta edad tu hijo disfrutará si en los libros aparecen personajes que les resultan familiares, como los dibujos de la televisión.

De los tres años en adelante:

La imaginación de los niños ya está más desarrollada y su vocabulario es más amplio. Pueden seguir las historias, les gusta que se las repitan y empiezan a hacer preguntas: por qué el protagonista tomó alguna decisión, qué pasó después con un personaje secundario, etc. A partir de esta edad, te recomendamos  libros con  diseños  y formatos originales, como los que incluyen páginas recortadas, que permiten ver lo que hay en las siguientes, o los clásicos libros pop-up en los que, al abrirlos, se despliegan figuras que se levantan y salen de las páginas.

Recuerda que la lectura estimula a los niños desde que son pequeños en muchos sentidos; asombran, fomentan la curiosidad, ayudan a la inteligencia y al buen desarrollo emocional.

 Fuente: Yuri Ugarte

Especialista en Aprendizaje

Reconstruye, Centro Psicopedagógico Especializado