La dislexia es un problema cognitivo que afecta particularmente el paso de la codificación visual a la verbal, la memoria a corto plazo, la percepción del orden y la secuenciación. Se manifiesta como una dificultad de automatización especialmente en la lectura, la ortografía y en ocasiones también el cálculo aritmético.
La dislexia se basa en una dificultad para asociar correctamente cada letra escrita con su correspondiente sonido.
Muchas veces se asocia a otros problemas como son:
Trastorno de déficit de atención e hiperactividad
Disgrafía (escritura incorrecta sin que presente un importante trastorno neurológico o intelectual)
Disortografía (errores de la escritura que afectan a la palabra y no a su trazado o grafía)
Discalculia (dificultad innata para el procesamiento de los números, el cálculo aritmético y la resolución de problemas)
Trastorno del desarrollo de la coordinación (torpeza, mala coordinación y facilidad para caerse).
¿Cómo detectar si tu hijo tiene dislexia?
1) Falta de conciencia fonológica, es decir:
Confunde fonemas, los invierte
Se le dificulta percibir los fonemas
Integra fonemas
Segmenta fonemas
2) Falta de memoria secuencial auditiva para:
Recordar números
Recordar frases
Recordar órdenes
3) Dificultades para:
Denominar colores
Denominar dibujos
Acceder al vocabulario durante el discurso
Hacer asociaciones semánticas
4) Dificultades en la lectura, es decir, presenta:
Baja velocidad lectora
Omisiones
Sustituciones
Inversiones
5) Dificultades en la escritura, es decir, presenta problemas de:
Caligrafía
Omisiones
Sustituciones
Inversiones
Adiciones
La dislexia se origina por múltiples causas. Una son los factores neurofisiológicos, por una maduración más lenta del sistema nervioso y de otra los conflictos psíquicos, provocados por las presiones y tensiones del ambiente en que se desenvuelve el niño. La gravedad de la dislexia es distinta en cada niño, sin embargo, es fundamental que sea atendida en terapia de aprendizaje lo antes posible para evitar dificultades severas en el área cognitiva.