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¿Cómo influye la lateralidad en el aprendizaje?
Actividades para desarrollar la lateralidad de tu hijo

El ser diestros o zurdos, según los expertos está influido por nuestros genes. Es decir, no nacemos diestros o zurdos, si no que nos vamos convirtiendo en tales en nuestra primera infancia, influidos por esa tendencia genética y por el entorno en el que crecemos.

Al hemisferio izquierdo se le considera el hemisferio “dominante” por su capacidad de análisis y su control sobre el lenguaje oral y escrito. El derecho queda, por tanto, como “subdominante” por ser más intuitivo, alturista y cooperacional. Simplificando las cosas, podríamos denominar al primero como el hemisferio “científico” y al segundo como el “creativo”.

En esta distribución de funciones, el hemisferio “menor” debe ser capaz de controlar el movimiento y la postura del cuerpo para que el mayor esté libre para pensar y realizar actividades intelectuales.  Todas las interferencias comprometen la atención.

La lateralidad se refleja en el hecho de que uno de los lados de nuestro cuerpo predomina sobre el otro en la realización de la mayoría de las actividades. Para lograr una mayor eficacia con un mínimo de esfuerzo en todo lo que hacemos, es preciso tener una lateralidad bien establecida.

Hasta los tres años aproximadamente, los niños utilizan ambos lados de su cuerpo, es por esta razón que si tu hijo tiene entre 4 y 5 años use ambas manos. Así que no debes presionarlo para que use una mano determinada ya que esto ocasiona consecuencias graves en el desarrollo de habilidades y destrezas y también en su rendimiento escolar porque su cerebro require organización para que pueda organizarse en el espacio en el que se mueve y sobre el papel en su trabajo escolar.

La lateralidad se empieza a definir entre los tres y los cinco años, y se desarrolla desde los cinco hasta los diez o doce años. La lateralidad es la función que hace posible que nos orientemos en el espacio y en el tiempo, y por lo tanto, nos permite entender y manejar los códigos escritos (letras y números) para evitar confusiones entre números como “12” y “21” ó en letras “MA” y “AM”. El proceso de aprendizaje necesita organización jerárquica y la organización está relacionada y determinada por el proceso de desarrollo en el niño.

A los cinco o seis años, cuando comienza el aprendizaje de la lectura y la escritura, el niño necesita una ubicación espacial (un punto de partida) para poder organizar la información sobre el papel, para no confundir “el” con “le”, las unidades y las decenas o los conceptos anterior y posterior, añadir o quitar, etc.

El dominar la lateralidad en el niño lo ayudará mucho a ubicarse con respecto a otros objetos. El no hacerlo podría repercutir en las dificultades de aprendizaje de algunas materias. Por ejemplo en el caso de las matemáticas se sabe que para sumar y restar varias cantidades se empieza de derecha a izquierda y si no ha trabajado su lateralidad le será difícil ubicarse frente al papel.

Es por esta razón que si tu hijo tiene cinco años, conozcas su tendencia lateral para ayudarle a desarrollarla plenamente.

¿ CÓMO PUEDES IDENTIFICAR LA LATERALIDAD DE TU HIJO?

Para conocer la dominancia de la mano puedes pedirle que realice las siguientes actividades:

  • Dar cuerda un reloj.
  • Utilizar tijeras y escribir.
  • Para la dominancia de pie: saltar en un solo pie, patear la pelota.
  • Dominancia de ojo: mirar un agujero, telescopio.
  • Dominancia de oído: escuchar el tic-tac del reloj.

Analiza si realizó  todas las actividades con el lado derecho o izquierdo, y entonces puedes saber si tiene una dominancia definida. Si alternó derecha con izquierda se dirá que tiene “dominancia cruzada”.

¿QUÉ ACTIVIDADES PUEDES REALIZAR CON TU HIJO PARA DESARROLLAR SU LATERALIDAD?

 

  • Identificar la mitad derecha e izquierda en su propio cuerpo, en el de su compañero y en su imagen frente a un espejo.
  • Manipular, con su mano derecha, la mitad derecha de su cuerpo, iniciando en la cabeza, ojos, oreja, cuello y tronco.
  • Llevar diariamente una cinta de color en la muñeca de la mano derecha.
  • Señalar en su compañero, puesto de espaldas, partes de su lado derecho e izquierdo, esta misma actividad se realizará con el compañero puesto en frente.
  • Frente a un espejo grande y dividido en dos partes iguales con cinta adhesiva, señalar su lado derecho e izquierdo.
  • Hacer movimientos oculares de izquierda a derecha.
  • Ejercicios unilaterales: con la mano derecha topar su pie derecho.
  • Ejercicios simultáneos: con su mano izquierda topar su ojo derecho.
  • Ejercicios con el brazo izquierdo y derecho: arriba, lateral, derecha.
  • Lectura de carteles de imágenes: el niño debe identificar los dibujos del cartel, siempre de izquierda a derecha, esta misma actividad puede realizarse con colores.
  • Dictado de dibujos: la maestra pedirá dibujar figuras geométricas, controlando que el niño realice esto de izquierda a derecha.
  • Trazar de líneas horizontales, verticales y con cambios de dirección.
  • Hacer dibujos simultáneos: utilizando dos hojas de papel el niño hará círculos simultáneos en las dos hojas y con las dos manos.

Esta serie de ejercicios puedes realizarlos en el período preescolar. También puedes usar juegos y juguetes destinados a desarrollar la lateralidad de manera muy divertida.

Fuente: Lic. Nubia Cabrera

Especialista en Aprendizaje

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