La adquisición del lenguaje de tu hijo depende de la estimulación que recibe en casa y de su madurez. Sin embargo, si a cierta edad su lenguaje no se ha desarrollado adecuadamente es necesario acudir con un especialista en esta área.
Aunque tu hijo tiene un ritmo de aprendizaje propio, existen parámetros establecidos que permiten ubicar las conductas esperadas con un límite máximo de edad, las cuales al no presentarse deben considerarse signos de alerta y avisos de la necesidad de solicitar ayuda profesional.
Por ejemplo:
· Si en los primeros 6 u 8 meses, no presenta juegos vocálicos y/o sus respuestas hacia sonidos en el ambiente o la voz humana, no son claras.
· Si a los 18 meses, no posee una variedad de palabras cotidianas sencillas.
· Si tiene 2 años de edad y aún no hace uso de frases de 2 palabras.
· Si a los 3 años de edad, no es entendido con facilidad por los demás.
· Si a los 4 años y medio de edad, la estructura de sus oraciones (gramática) es deficiente.
· Si a los 5 años, aún presenta dificultad para producir los sonidos del habla, como: /s/ y /r/, o cualquier otro.
· Si a cualquier edad, se observa dificultad del niño para comprender a los demás.
· Si tiene dificultad para ver a la cara al interlocutor, o se le dificulta establecer una comunicación clara y eficiente con los demás.
· Si presenta tartamudez, voz rasposa (ronquera), etc.
Lamentablemente muchos niños son remitidos al terapeuta de lenguaje a los 5 años cuando deben ingresar al Colegio, y para ese momento se han dejado pasar los años más importantes para establecer los patrones de la comunicación.
Es por ello, que como padre tienes la obligación de leer e informarte sobre el desarrollo infantil de tu hijo. No puedes dejar todo en manos del destino y del “ya crecerá y hablará”. Debes ser precavidos y solicitar orientación profesional. La intervención temprana puede hacer la diferencia en el futuro de tu hijo.
Fuente: Lic. Alma Ponce
Especialista en Audición y Lenguaje
Reconstruye, Centro Psicopedagógico Especializado