
El entrenamiento para ir al baño no empieza a la misma edad para todos los niños pero aproximadamente empiezan a mostrar interés alrededor de los dos años, cuando tienen un deseo mayor de independencia. Como toda nueva habilidad, el entrenamiento para usar el baño se desarrolla a lo largo de un tiempo, normalmente empezando por controlar sus deposiciones por la noche y terminando cuando el niño ya tiene control de sus funciones durante el día y la noche. Aprender a ir al baño es parte del proceso de desarrollar hábitos de higiene personal como secarse, lavarse las manos, etc. Todos pasos importantes en este aprendizaje.
Avanzar de la etapa de los pañales al uso de un retrete es un paso significativo tanto para tu hijo como para ti, ya que es el paso de la independencia a la madurez. Este entrenamiento puede ocasionar fricción ya que se espera que el niño controle las respuestas de eliminación. Esta madurez depende de la madurez biológica y cognoscitiva de tu hijo, alrededor de los 18 meses cuando él se sienta cómodo, pueda comunicarse y comprender que está “listo”.
Entonces ¿cómo puedes ayudarlo sin que se sienta presionado?
El entrenamiento sanitario debe hacerse de manera gradual comprendiendo que esta tarea es difícil para tu hijo, así que puedes ayudar a iniciar la respuesta correcta al observar las señales básicas de eliminación en el niño y llevarlo inmediatamente al baño; si tu hijo usa el retrete, puedes elogiarlo y así ambos se sentirán satisfechos. Si esto es a menudo él aprenderá a asociar los indicios internos (tensiones del viente y vejiga) y los indicios externos (estar en el baño, quitarse la ropa, sentarse en el retrete) con la respuesta de excreción.
Hay varias cosas que puedes hacer para facilitarle el entrenamiento como proporcionarle una pequeña taza de baño, y por supuesto deberás mostrarle cómo utilizarla, el modelado es importante, puede tener gran efectividad si lo hace un niño mayor, además utiliza ropa con botones grandes, que sean fáciles de bajar y pañales entrenadores.
Debes ser muy paciente durante este proceso, no lo castigues para evitar experiencias negativas. Recuerda, toda nueva habilidad toma su tiempo. Cuando tu hijo empiece a demostrar más interés, invítalo a usar el baño cada dos o tres horas, especialmente si ves cualquier signo de que quiere usar el baño (por ejemplo, caras de esfuerzo, piernas cruzadas, etc) También puedes dejarle estar sin pantalones en casa, esto les ayudará a entender mejor sus necesidades.
No te preocupes si hay algún accidente, no debes ser tan severo en este proceso con tu hijo pero tienes que ser persistente y observar sus horarios para acudir al sanitario, así como motivarlo cuando lo haga solo.
Fuente: Lic. Nubia Cabrera
Especialista en Aprendizaje
Reconstruye, Centro Psicopedagógico Especializado