
Cuando las familias se ven expuestas a una experiencia de separación, se generan una serie de emociones de diferente índole. Estas pueden ser la tristeza, el enojo, el abandono e incluso la culpabilidad, las cuales pueden terminar manifestándose como agresividad, depresión, ansiedad.
Ante este evento, el manejo de las emociones de los padres y de los hijos, juegan un papel decisivo en el proceso de superación. Tanto los niños como los adolescentes deben ser apoyados en la realización de un examen de las emociones que les genera este proceso, que no termina con la separación física de los integrantes de la familia. En caso de que como padre no te sientas con la capacidad de guiar a tu hijo en este proceso emocional, es necesario que busques ayuda profesional para lograr un mejor entendimiento y manejo de la situación.
Principales factores que deben tenerse en cuenta
Una vez que la decisión de la separación sea definitiva, la pareja debe llegar a un acuerdo en el que se tengan claros los cambios que se van a generar en la rutina diaria de los niños es decir, la nueva vivienda, el manejo de visitas, reparto de las responsabilidades, etc.
Además cuando los padres han dialogado acerca de estos factores deben transmitir la noticia a sus hijos de manera calmada, aclarándoles las nuevas características de la convivencia.
Es de suma relevancia explicarle a los niños que la separación no significa la pérdida de uno de los padres, ni la pérdida del contacto con la familia extensa. Por ello es muy importante mantener el contacto con los dos padres y sus familias correspondientes, evitando al máximo, alejarlos del apoyo emocional y afecto de todos los familiares.
Se debe evitar omitir información o decir mentiras ya que esto genera una gran inseguridad en tu hijo, lo que implica una pérdida de confianza y ésta es vital para el proceso.
Debes ser tolerante con las reacciones emocionales que genere este proceso en tu hijo e insiste en la comunicación con él para que se sienta mutuamente apoyado y comprendido.
Es esencial mantener claros los límites y el respeto entre los miembros de la familia. No dejes de aplicar las normas y reglas de casa con tu hijo, no olvides que puedes manifestarle tu apoyo y cariño a través de otros mecanismos.
¿Qué reacciones puedes esperar de tu hijo?
La separación implica una pérdida que genera sentimientos de ruptura de la base emocional que respaldaba los integrantes de la familia, en especial en los hijos por lo que se generan muchos sentimientos ambivalentes. En las primeras etapas de la separación es normal que se presenten momentos de tristeza y apatía. Así que debes procurar manifestar tu apoyo y amor incondicional.
En muchas ocasiones los hijos muestran cierto enojo y resentimiento hacia alguno de los progenitores, porque sienten que no hizo lo suficiente para evitar la ruptura. Así que habla con tu hijo y manifiéstenle que no es culpa de ninguno de los dos. Bajo ningún concepto se debe desprestigiar a ninguno de los progenitores.
En algunos casos los niños se sienten culpables por la separación, sobre todo si últimamente han incidido en algunas faltas. Aclara esta situación con tu hijo y proporciónale la mayor seguridad posible.
Principales situaciones que generan daño emocional en tu hijo
- En separaciones muy conflictivas debes evitar descargar en tu hijo, a través de enojos, insultos o malos tratos.
- Con frecuencia cuando uno de los cónyuges desea presionar al otro para conseguir que responda ante sus obligaciones, utiliza a sus hijos como canal comunicativo para expresar el conflicto o trasmitir críticas.
- Cuando un cónyuge no responde con sus obligaciones legales y morales o simplemente cuando existe rencor sin justificación alguna, el otro cónyuge o su familia intentan deteriorar explícitamente la imagen parental ante los hijos y, en muchas ocasiones, evitan el contacto de sus hijos con uno de sus progenitores.
Todas estas situaciones dañan la imagen parental, la cual es básica para el establecimiento de un soporte emocional y fundamental en el proceso superación de la separación y para el establecimiento de las relaciones futuras de tu hijo.
Fuente: Lic. Diana Triviño
Especialista en Psicología Infantil
Reconstruye, Centro Psicopedagógico Especializado