Dislexia Infantil

En el aula la dislexia infantil se puede detectar inicialmente por el retraso en el aprendizaje de la lecto-escritura. Las dificultades que presentan los niños surgen  al iniciar  el aprendizaje debido a la lentitud, el deletreo, la escasa comprensión lectora debida a la falta de ritmo, etc. Conforme el niño avanza de grado escolar, sus dificultades en estas áreas se vuelven más severas debido a que el trabajo en la escuela se basa en las habilidades que el niño no tiene, por lo que este se retrasa progresivamente.

Así, la dificultad lectora, la escasez de comprensión, llevan a malos resultados escolares, mal autoconcepto, actitudes de desmotivación, y conductas negativas que afectan al buen funcionamiento del clima del aula.

Ocurre con gran frecuencia que al niño que presenta dislexia infantil se le considere distraído por lo que se le presiona para trabajar y atender, lo que ocasiona  su  mal rendimiento escolar.

Una intervención efectiva de la dislexia infantil en el aula, está centrado en el área del lenguaje y en la inmadurez perceptiva y manual.

¿Qué actividades ayudan a mejorar la dislexia infantil?

• Ejercicios de actividad mental: de atención y memoria, organizar y ordenar elementos, observar y distinguir unos objetos de otros
• Ejercicios perceptivos y manuales: reconocer y agrupar objetos según el color, según el tamaño y la forma
• Ejercicios para la adquisición del conocimiento de su propio cuerpo
• Ejercicios de equilibrio estático: mantenerse sobre un pie, mantenerse de puntillas, etc
• Ejercicios de equilibrio dinámico: saltar sobre dos pies, saltar con un pie, etc
• Ejercicios espaciales (abajo-arriba, delante-detrás)
• Ejercicios de lenguaje: nombrar y definir objetos, dibujos, contar cuentos
• Ejercicios para conocer su propio cuerpo: señalar partes del cuerpo, decirlas por su nombre, etc
• Ejercicios de lectura y preescritura, son ejercicios que ayudan a seguir el movimiento y reconocimiento de las letras, en este nivel se ejercita el aprendizaje de las vocales, consonantes y de los números. Para conseguirlo, además de los ejercicios de caligrafía, se utilizan las actividades con plastilina, pintura de dedos, recortado de figuras, picado.
• Distinción de objetos de formas semejantes “dime las cosas redondas que ves en casa”
• Clasificar y diferenciar objetos por tamaño, color y forma
• Reconocimiento de su esquema corporal
• Nociones espaciales en el cuerpo de otra persona: de espaldas a otras y de frente a otra
• Trabajar nociones temporales (día-noche, mañana-tarde-noche, desayuno-comida-cena, antes- después, primero-último)
• Nombrar objetos definiendo su uso, relacionarlos con algún tema determinado (animales, flores, etc) es decir,  campos semánticos
• Reconocer y leer vocales
• Realizar copias, dictados sencillos y pequeñas redacciones que contengas sílabas compuestas e inversas
• Reconocer y leer sílabas inversas (as, es, ar, etc)
• Reconocer y leer sílabas compuestas (pla, bra, bre, etc)
• Formar palabras con sílabas inversas y compuestas
• Elaborar frases
• Ordenar frases dadas las palabras que las componen y que se le presentan de forma desordenada
• Orientación de un plano, a partir de los ejes de coordenadas
• Orientación  con distinta orientación
• Manejo de diccionario
• Búsqueda de semejanzas o diferencias en dibujos

El diagnóstico y la prevención de la dislexia infantil deben empezar lo antes posible, desde el momento en que se observen las primeras anomalías. De este modo se evitan muchos problemas de inadaptación escolar y personal.

Aunque la intervención se haga tempranamente, no se eliminan por completo las alteraciones de la dislexia infantil, sino que en la mayoría de los casos hay que ir abordando estas dificultades con diferentes estrategias. Es aconsejable que los niños que presentan dislexia inicien un apoyo terapeútico en el área de aprendizaje para lograr una mejora significativa en su escolaridad.

Fuente: Lic. Yuri Ugarte

Especialista en Aprendizaje

Reconstruye, Centro Psicopedagógico Especializado