Estimulación Prenatal
El bebé, desde que está en el vientre de su madre, tiene la capacidad de sentir, ver, oír y hasta tiene preferencias del sentido del gusto. Todo lo que los padres hacen durante el embarazo para comunicarse y comenzar a estrechar lazos afectivos con su hijo, tiene una repercusión positiva en él. Por lo tanto, es en el vientre materno es en donde comienza la estimulación, ya que el bebé se encuentra en continuo desarrollo y sus sentidos empiezan a prepararse y agudizarse.
A causa de este desarrollo temprano de los sentidos, la madre debe estar en un contexto tranquilo, ya que si está preocupada, ansiosa y tensa; descansa poco y carece de un entorno de apoyo y cariño, su situación emocional (que repercute en su estado físico) puede afectar el desarrollo y crecimiento de su feto lo que aumenta la posibilidad de tener un parto prematuro y la embarazada está más propensa a las infecciones.
Las mamás que esperan un bebé, deben saber relajarse física y emocionalmente además de cuidar su nutrición, sus actividades y por supuesto, asistir a sus visitas médicas prenatales para vigilar y mantener un embarazo saludable.
Cuando la madre se baña, canta, baila, se ejercita, se nutre, todo esto es percibido por el bebé. El feto capta también las emociones, debido a la circulación de las hormonas en el torrente sanguíneo. Así, ella tiene momentos de satisfacción, alegría y bienestar, las hormonas que circulan son las del placer; y cuando está tensa y angustiada, se impresiona, se asusta o se disgusta, circulan las hormonas del estrés. Uno de los factores asociados con el bebé que no crece y no aumenta de peso adecuadamente dentro del útero, es el estrés excesivo en la futura madre.
Las células nerviosas necesitan conectarse entre sí para que se puedan realizar las funciones de los diferentes órganos y sistemas. Estas sinapsis o conexiones, requieren de la estimulación. Los movimientos de la mamá al caminar, las voces y demás ruidos que el bebé escucha desde el útero, las sensaciones que percibe cuando su mamá se acaricia el abdomen y muchas otras sensaciones lo bombardean continuamente estimulándolo y con esto, se va madurando su sistema nervioso.
El momento en el que tu bebé está en pleno desarrollo es en la segunda mitad de gestación. La estimulación prenatal será una gran ventaja para su futuro, ya que le permitiría actuar sobre la formación de su estructura neuronal.
El oído es el único sentido sobre el que se puede llevar a cabo la estimulación prenatal y en él se basa precisamente este tipo de estimulación en el vientre.
Se ha visto que tras los primeros diecisiete días de concepción, el feto empieza a desarrollar las primeras conexiones sinápticas (conexiones entre las neuronas), que determinarán la estructura de su cerebro. Asimismo, se ha comprobado que la estimulación prenatal favorece el incremento de estas conexiones sinápticas.
Durante el octavo mes del embarazo, tu hijo dispondrá de entre dos y tres veces más células nerviosas de las que cualquier adulto pueda tener. Sin embargo, antes del parto más de la mitad de sus neuronas habrán muerto y seguirán muriendo a un ritmo menor durante sus primeros años.
La muerte neuronal es un proceso totalmente normal, cuya causa parece encontrarse en la falta de conexiones sinápticas que la neurona establece. Si no existen estímulos, no se establecen conexiones y la célula acaba aislada y termina por morir. Por lo tanto, la estimulación temprana propiciará el mayor número de conexiones posibles, disminuyendo con ello la muerte celular. Cuantas más neuronas y conexiones tenga un bebé al nacer, mayor será su futuro potencial de desarrollo.
La estimulación prenatal se basa en la repetición de sonidos que el bebé puede percibir fácilmente. Sin duda, el sonido más habitual para un bebé durante el embarazo es el latido del corazón de su madre. Por lo tanto, para la estimulación prenatal se debe reproducir un sonido similar, pero no idéntico, que el bebé pueda captar y comparar con el latido de su madre.
Para favorecer la estimulación prenatal, este sonido debe cambiar con el tiempo, de manera que el bebé no se acostumbre a escuchar siempre lo mismo ya que está comprobado que la repetición de patrones auditivos y memoria favorece extraordinariamente el desarrollo de conexiones sinápticas, reduciendo en consecuencia la tasa de mortalidad neuronal.
Fuente: Lic. Alma Ponce
Especialista en Audición y Lenguaje
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