Dislexia ¿Qué es?
El término dislexia se emplea para designar un síndrome o conjunto de causas determinado, que se manifiesta como una dificultad para la distinción y memorización de letras o grupos de letras, falta de orden y ritmo en la colocación, mala estructuración de frases, etc; que se hace evidente tanto en la lectura como en la escritura.
¿Qué características se presentan con la dislexia?
- Dificultad para leer oraciones o palabras sencillas. Suelen presentarse problema frecuentes con palabras cortas como “del” o “por”
- Invertir las palabras de manera total o parcial, por ejemplo “casa” por “saca”
- Escribir la misma palabra de distintas maneras
- Invertir las letras, por ejemplo “p” por “b”, o “d” por “b”
- Dificultades para ver que una palabra está mal escrita
- Cometer errores de ortografía, como “merc” por “comer”
- Copiar las palabras mal aunque se esté mirando cómo se escriben
- Conocer una palabra pero usar otra, como “gato” por “casa”
- Tener dificultades para distinguir la izquierda de la derecha
¿Qué es lo que origina la dislexia?
La dislexia es el efecto de múltiples causas, que pueden agruparse entre dos aspectos. De una parte los factores neurofisiológicos, por una maduración más lenta del sistema nervioso y de otra los conflictos psíquicos, provocados por las presiones y tensiones del ambiente en que se desenvuelve el niño.
Estos factores llevan a la formación de grupos de problemas fundamentales que se encuentran en la mayor parte de los trastornos del disléxico, cuya gravedad e interdependencia es distinta en cada individuo.
Mala lateralización: La lateralidad es el proceso mediante el cual el niño va desarrollando la preferencia o dominancia de un lado de su cuerpo sobre el otro. Nos referimos a las manos y los pies. Si el predominio es del lado derecho, es un sujeto diestro; si es del lado izquierdo, se denomina zurdo; y si no se ha conseguido un dominio lateral en algunos de los lados, se llama ambidiestro.
En general, la lateralidad no está establecida antes de los 5 ó 6 años, aunque algunos niños ya manifiestan un predominio lateral desde muy corta edad.
Alteraciones de la psicomotricidad: Es muy frecuente que los niños disléxicos, con o sin problemas de lateralidad, presenten alguna alteración en su psicomotricidad (relación entre las funciones motoras y psicológicas). Se trata de inmadurez psico-motriz, es decir, torpeza general de movimientos. En el niño disléxico estas anomalías no se dan aisladas, sino que acompañan al resto de los trastornos específicos como:
Falta de ritmo: Que se pone de manifiesto tanto en la realización de movimientos como en el lenguaje, con pausas mal colocadas, que se harán patentes en la lectura y en la escritura.
Falta de equilibrio: Se suelen presentar dificultades para mantener el equilibrio estático y dinámico. Por ejemplo, les cuesta mantenerse sobre un pie, saltar, montar en bicicleta, marchar sobre una línea, etc.
También el concepto que tenga de arriba-abajo, delante-detrás, referido a sí mismo, lo proyectará en su conocimiento de las relaciones espaciales en general.
Del mismo modo, en la lectura y la escritura, el niño tiene que fundamentarse en sus coordenadas arriba-abajo, derecha-izquierda, delante-detrás; y plasmarlas en la hoja de papel y en la dirección y forma de cada signo representado. El niño que no distinga bien arriba-abajo tendrá dificultades para diferenciar las letras.
La dislexia va unida en ocasiones a otros problemas de aprendizaje escolar, tales como la disgrafía (dificultades en el trazado correcto de las letras, en el paralelismo de las líneas, en el tamaño de las letras, en la presión de la escritura) y en fases posteriores aparece la disortografía (dificultades para el uso correcto de las reglas de ortografía, desde las más sencillas al nivel más complejo).
En ocasiones los niños con dislexia presentan dificultades de pronunciación en palabras nuevas, largas o que contengan combinaciones de letras del tipo de las que le producen dificultades en la lectura.
La dislexia se presenta en muchos grados, desde pequeños problemas superables en breve plazo, hasta una dificultad que se arrastra de por vida y que se aproxima como en un continuo hacia la disfasia, que es un problema más grave y profundo de todas las áreas de lenguaje, por esto la intervención oportuna de una Terapia de Aprendizaje ayudará en gran medida a una mejora en el rendimiento escolar.
Fuente: Lic. Yuri Ugarte
Especialista en Aprendizaje
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