¿Cómo superar una crisis de pareja?

Muchas veces en las relaciones de pareja surgen diferentes conflictos, los cuales si no se manejan de forma adecuada generan daños permanentes en la relación, hasta generar  una ruptura dolorosa.

Algunas parejas no le dan la importancia suficiente a aquellos indicios sobre aquellos síntomas de malestar, ya que algunas ocultan sus verdaderos sentimientos en torno al problema y empiezan a acumular un sin fin de problemas, generando enojo, frustración y desánimo. Otras, empiezan un sin fin de inacabadas discusiones con el único interés supuesto de arreglar la situación, pero manifestando ira, reclamos y reproches.

Para mantener una relación de pareja sana es importante no descuidar nunca la anterior vida, ni el físico, círculo social, trabajo, ni hobbies. Todo eso debe mantenerse y compartirse con la pareja y no eliminarlo. Una relación de pareja es importante pero eso no significa que deba hacerse todo a un lado, sino más bien, cultivar siempre una vida propia. Esto hará que seas una persona mucho más agradable, feliz y te convertirá en la persona de la cuál tu pareja se enamoró.

¿Qué debemos hacer para resolver mejor los conflictos en la pareja?

1. Reconocer que la relación se encuentra en una crisis y para solucionarla se necesita la disposición de ambos y en la mayoría de los casos ayuda profesional.

Estar en pareja implica mucho más que lo que se vive en la etapa del enamoramiento, ya que el físico cambia, la pasión se modera, y el enamoramiento cambia a un amor más maduro que implica procurar el bienestar propio y del otro, comunicarse, tenerse confianza, amarse, tener la capacidad de resolver sus conflictos, aprender de ellos, negociar, etc., lo que demanda a la relación comprensión, cuidados y protección.

2. Lo que no se habla se actúa, por lo que se debe comenzar por promover una conversación en pareja. La comunicación será la vía para conocer más sobre las interpretaciones que se hacen en torno al conflicto, o bien lo que está provocando la apatía en la relación, y eso permitirá conocer la perspectiva del otro y exponer la propia dando un panorama de lo que sucede y evitar confusiones e incertidumbre.

3. Identificar sentimientos, lo que ocasiona enojo y tristeza y provoca desinterés. Si depende del malestar que existe en la relación, hay que hablarlo con la pareja, de lo contrario será tarea individual encontrar la forma para solucionarlo.

4. Es indispensable escuchar al otro y posteriormente hablar. Sin juzgar, justificar, interrumpir o estar a la defensiva. Se trata de buscar soluciones a través de establecer acuerdos y la engociación y para ello se necesita fortalecer la comunicación.

5. Hay que promover una conversación fluida que ayude a localizar el problema y buscar soluciones. Evitar cobrar las facturas, y centrarse en lo que puede rescatarse y cómo hacerlo será una de las principales tareas de este tipo de conversaciones. De igual forma, hay que escuchar lo que tiene la pareja que decir y decir lo que uno quiere decir, evitando discutir.

En una pareja las forma de percibir el mismo conflicto es diferente, así que hay que tener presente que no hay una verdad absoluta, por lo que no debe buscarse tener la razón y convenecer al otro de ello, quizá la postura del otro también es válida y no por ello la tuya es errónea.

La empatía debe ser invitada a este tipo de conversación, siempre el ponerte en el lugar del otro ayuda a sensibilizar la situación, comprender y tener mayor tolerancia.

6. Estar preparado para escuchar lo que puede lastimarnos o no gustarnos es parte de la solución al malestar. La actitud que se tome ante ello permitirá el diálogo y hacerse responsable de las consecuencias de sus actos.

En conclusión, escuchar al otro, tratar de entender sus puntos de vista, ser flexibles y tener una actitud para el cambio son parte del proceso para solucionar los problemas de pareja.

 Fuente: Lic. Patricia Rojas

Especialista en Psicología

Reconstruye, Centro Psicopedagógico Especializado