¿Cómo evitar que a mi hijo no le afecte mi separación?

Los hijos son punto y a parte. Para evitar repercusiones en el rol parental y que los hijos sean quienes tengan que pagar las consecuencias de las crisis de la pareja hay que tomar en cuenta:

• La organización en la educación de tu hijo es un tema que se debe tocar como padres, no como pareja. Hay que evitar confusiones y mezclas en los roles. Pese a las crisis, el rol de padres debe seguir su curso.
• El proceso disciplinario en tu hijo debe ser siempre la prioridad. Hay que reorganizar en caso de ser necesario las actividades, horarios, límites, actuar siempre con congruencia y tener una autoridad firme sin violencia.
• Hay que evitar involucrar al niño en sus problemas. Los pelitos de pareja, como su nombre lo dicen, son de dos únicamente.
• Evita hablar mal de tu pareja o ex pareja. Tu hijo aman a su padre o madre, independientemente de los problemas que tengas con la otra persona.
• Evita hablar de lo que él o ella no hace como padre. No importa que tan buen o mal padre/madre sea, tu hijo lo ama y si crees que teniendo comentarios negativos tu hijo estarán de tu lado, estás en un error.
• Recuerda que los rencores y problemas que tengas con tu pareja son exclusivamente tuyos; tu hijo no cuenta con tu marco de referencia, él ve sólo a un papá o mamá, no a una pareja.
• Culpar no sirve de nada. En la pareja cada quien tendrá que hacerse responsable de sus acciones. Recuerda que son adultos y tu hijo no tienen nada que ver con sus crisis.
• Evita tener discusiones enfrente de tu hijo. Busca el lugar y momento adecuado para aclarar alguna situación con tu pareja; si estás muy enojado toma el tiempo para que puedas pensar en las consecuencias de tus actos, o toma tiempo fuera y después hablas la situación.
• Si tu hijo se enteró de tus problemas, siéntate con él y explícale que  no tiene nada que ver con la situación, aclarándole que no siempre estarás de acuerdo con tu pareja y que los desacuerdos también son parte de su relación. Si lo pueden hacer juntos es mejor.
• Llenar de regalos a tu hijo para que no “sufra” tu crisis no es la mejor solución. Es mejor aclararle su confusión explicándole que sólo ustedes son los responsables de sus conflictos y actuar en congruencia desde el rol de padres.
• Evita tener culpa de lo que sucede con tu pareja, mejor responsabilízate y cambia. Si lo pueden arreglar pacíficamente háganlo, si no, acude con un terapeuta de parejas.
• Si te sientes mal con respecto a tu condición con la pareja y esto influye en tu vida, busca ayuda profesional para que puedas resolver tus conflictos.
• No te vuelvas impredecible. No rompas el patrón de conducta al que tienes acostumbrado a tu hijo, si éste te resulta positivamente útil para su formación.

Todas estas acciones te ayudarán a evitar triangulaciones insanas y dañinas para tu hijo. Recuerda que las crisis surgen para cambiar y evolucionar como personas en distintos niveles; y lo más importante de las crisis que surgen en la familia, es recobrar la estabilidad emocional en todos los integrantes de la misma.

Fuente: Lic. Patricia Rojas

Especialista en Terapia Familiar y de Pareja

Reconstruye, Centro Psicopedagógico Especializado