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Mi hijo es caprichoso

Todo el ambiente en el que vive el niño influye y determina su comportamiento; los padres son el ejemplo y su forma de actuar será lo primero que adopte. La publicidad, la televisión y los valores sociales predominantes influyen de sobremanera en los niños ejerciendo sobre ellos gran presión social desde temprana edad y provocando la sensación de que esos modelos egoístas, caprichosos y materialistas que suelen ver en los programas de televisión son la referencia más eficaz para conseguir las cosas.

¿Cómo saber si mi hijo es caprichoso?

  1. Es terco capaz de recurrir a berrinches, rabietas y otras formas de llamar la atención para conseguir lo que desea.
  2. No es capaz de apreciar y satisfacer los deseos y necesidades de los demás, es egocéntrico y casi todo gira en torno a sus caprichos y antojos de cada momento.
  3. En general, es un niño infeliz e insatisfecho que solo muestra una actitud tranquila a los pocos momentos de ver satisfechos sus deseos, ya que enseguida se cansa y vuelve a reclamar algo nuevo.
  4. No valora las cosas, de modo que con frecuencia es descuidado con ellas porque sabe que puede conseguir más con facilidad.
  5. Conseguir todo lo que quiere con muy poco o ningún esfuerzo le impide apreciar el valor del trabajo, de la disciplina y de los buenos comportamientos

Desde que nacen, los niños están en un continuo proceso de aprendizaje, por lo tanto es conveniente ser consciente de educar desde el principio, dando ejemplo coherente, constante y preciso. Es necesario enseñarles que no todo se puede conseguir simplemente con pedirlo y mucho menos haciéndolo de formas inadecuadas (lloros, rabietas, etc.), ya que esto genera en los niños poco nivel de tolerancia y capacidad de frustración.

Por lo tanto, ceder ante las exigencias de los hijos puede resultar más fácil ya que superados por el cansancio, los sentimientos de culpa o con la paciencia totalmente agotada podemos satisfacer sus caprichos suponiendo que “ya tendrá tiempo para aprender”, “pobrecito”, o simplemente  “es niño”, pero no reflexionamos que cuando llegue ese “tiempo” será tarde y ellos habrán adoptado estas conductas como forma de relacionarse con los demás a lo largo de su vida.

A un niño caprichoso se le puede corregir, siempre que se rectifiquen los comportamientos inadecuados que han llevado a esa situación. En nuestra próxima nota te daremos tips para superar los caprichos de tu hijo.

Fuente: Jessica Sebastian

Especialista en Psicología Infantil

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