Tips para estimular el lenguaje
Estimular a tu hijo desde que emite sus primeros balbuceos hasta que es capaz de pronunciar las primeras frases es fundamental para su desarrollo lingüístico. La evolución de su lenguaje es un proceso muy importante en el que los padres pueden participar.
Te proponemos algunas actividades para estimular el lenguaje de tu hijo.
- Estimular la expresión espontánea del lenguaje. Hablarle el mayor tiempo posible aprovechando cualquier circunstancia cotidiana como: visitas al parque, al zoo, al supermercado, a la piscina.
- Preguntas con distintas respuestas. Utilizar preguntas que no sólo generen respuestas afirmativas o negativas (sí o no), sino que favorezcan la elección y denominación de las cosas.
- Respeta sus tiempos y dale la oportunidad de hablar. Es muy importante que intentes conversar con él respetando su ritmo, su esfuerzo, y que sigas animándole con premios y elogios. Si el niño se equivoca, evita criticarle.
- Anímale a pedir verbalmente lo que desee. Para estimular el lenguaje de tu bebé, evita dar por sentado que entiendes la actitud gestual de tu hijo. Así, tu bebé se esforzará para decirte las cosas que necesita comunicar.
- Realiza actividades dirigidas a mejorar su psicomotricidad. Equilibrio, orientación en el espacio y, en general, destreza y precisión en los movimientos: jugar con la arena, montar en bicicleta, pintar, dibujar, jugar con plastilinas, etc. Así le estarás ayudando a expresarse y a comunicarse socialmente
- Hablar de forma natural. Los padres son el principal modelo lingüístico para el niño. Por eso hay que cuidar el propio vocabulario y evitar utilizar un lenguaje infantilizado con el pequeño.
Debes preocuparte si..
- A los 6 meses. Tu hijo no voltea cuando se le habla y no sonríe ante la voz o la sonrisa del adulto.
- Al año. No señala con el dedo lo que quiere y no emite sílabas redobladas: “pa-pa-pa”.
- A los 18 meses. No utiliza gestos para llamar la atención, pedir o rechazar y no identifica, cuando se le nombran, objetos o personas familiares.
- A los 2 años. No ha comenzado a decir palabras con sentido (agua, papá) y no comprende palabras cotidianas sin gestos.
- A los 3 años. No usa frases de dos palabras y no comprende órdenes sencillas, como “coge el pan” o “tira este papel a la papelera”.
En el caso de que observes alguna anomalía lingüística o un retraso en la expresión oral de tu bebé, si sospechas de algún tipo de deficiencia auditiva o lentitud en su retraso psicomotor, es necesario que acudas con un especialista en el área de lenguaje para que su dificultad sea diagnosticada y tratada.
Fuente: Alma Ponce
Especialista en Audición, Voz y Lenguaje
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